viernes, 4 de julio de 2008

Recordando a la Tortuga Morada

Ex Rockets “reviven” los sesenta
Edgard Barberena | ebarberena@elnuevodiario.com.ni

Ricardo Palma y Octavio Borge, ex integrantes de los desaparecidos Rockets en concierto del recuerdo. H.J. Barberena / end

Los ex Rockets Ricardo Palma y Octavio Borge, acompañados por Llama Viva, revivieron el ambiente musical de la discoteca, de los años 70, La Tortuga Morada. Tal hazaña la llevaron a cabo con motivo de la celebración del Día del Padre.

La actividad se desarrolló en Ruta Maya, con anécdotas de aquella agrupación que tuvo de planta esa discoteca. El ex bajista, después de casi 40 años de no subir a un escenario, llevó a cabo un concierto con temas musicales que Los Rockets grabaron en acetato, abriendo su presentación con el tema “Muchacha”.

La presentación de Borge la hizo Augusto Gallegos, director de Llama Viva, quien recordó que su agrupación tuvo la oportunidad de tener como invitados a Ricardo Palma y al ex batero de la agrupación Armando Paladino, quien reside en Miami. El primer tema hizo a la mayoría de los presentes transportarse en el tiempo casi 40 años atrás, cuando esa misma canción, “Muchacha”, era interpretada por Borge, quien por entonces tenía muchos años menos. En la Tortuga Morada a los cuatro Rockets les pagaban un salario mensual de 2 mil 300 dólares, los que convertidos al cambio oficial de aquella época (al 7 por 1) eran 22 mil 400 córdobas (finales de los 60). Los Rockets tocaban dos días a la semana.

El de la Tortuga Morada
El segundo disparo de Octavio fue “Pelas”, tema que los Rockets grabaron en el LP conocido como El de la Tortuga Morada. Con esa composición muchos se enamoraron y casaron. Por la famosa discoteca desfilaron personajes como Hope Portocarrero de Somoza, quien en una ocasión le pidió a los Rockets que tocaran “Extraños en la noche”, según dijo Borge a VARIEDADES.

Confirmó Borge que la primera dama del régimen derrocado el 19 de julio de 1979 nunca llegó con el dictador, sino acompañado de personas de la “crema y nata de la aristocracia” y de conocidos apellidos, como los Montealegre. Éste aún recuerda que la Hope llegaba con unas jovencitas muy bonitas a las que nadie se atrevía a enamorar.

¿Por qué nadie enamoraba a esas muchachas?, le preguntamos a Octavio. Su repuesta fue que “todo el mundo le temía al poder que tenía la Hope Portocarrero”, y para evitar cualquier cosa, tanto los integrantes de Los Rockets como los visitantes preferían ignorarlas. Este tema trajo a colación otra anécdota. En la Tortuga Morada no se pagaba la entrada, sino que para ingresar primero se tenía que comprar una tarjeta, algo así como una membresía que se renovaba con cierto tiempo, sistema que produjo gran cantidad de dinero a los propietarios de esa discoteca, la que estuvo ubicada (antes del terremoto del 72) del Cine González hacia abajo.

Incluyó Borge en su repertorio dos temas de Rafael Gastón Pérez “Sinceridad” y “Romances”, canciones que hicieron bailar muy pegaditos a varias parejas con edades arriba de los 50 años de edad.

Octavio también interpretó dos éxitos en portugués, “Mañana de carnaval” y “Abrázame”, mientras Palma, para cerrar el set especial, entonó “Tema de William”, del guitarrista William Malespín, y “Jinetes en el cielo”.

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