viernes, 4 de julio de 2008

Memorias de La Tortuga Morada



Amalia Morales
magazine@laprensa.com.ni

Es un símbolo de la vieja Managua. Se fundó a finales de los años sesenta. Fue el cuartel de los hippie y de la rebeldía de los jóvenes en aquel entonces. El primer sitio en el que se oyó una descarga de rock y que se prendió con luces negras. ¿Pachuli, droga, sexo libre? Esta es su historia

Agosto de 1968. Cuatro meses antes que el hombre pisara la Luna, un nuevo local en el que se escucha rock a decibeles exagerados y se baila solo irrumpe en el corazón de Managua. Es fácil dar con el sitio. Se camina tres cuadras al oeste del Teatro González, cerca de la Cafetería La India, donde siempre está congregada la intelectualidad capitalina. Su rótulo es inconfundible: corona la puerta una tortuga morada que hace honor al nombre.

Adentro, el ambiente no se parece al de ningún bailadero de moda de entonces. No suenan los boleros románticos del Club 113, y tampoco se nota el glamour del Adlon Club al que van hombres y mujeres con laca en el pelo a escuchar el saxo de Charlie Robb y su grupo.

En La Tortuga Morada todo es diferente. Las paredes son negras y están tapizadas con afiches del guitarrista Jimi Hendrix, Los Beatles y rótulos que apelan a “Paz y Amor” (el lema con el que los hippies en San Francisco y Lóndres se oponían a la guerra de Estados Unidos contra Vietnam), que se ven fosforescentes con las luces negras. Hay un olor penetrante a pachulí, que se impone sobre el humo de cualquier otra hierba quemada. Encima de la barra hay una pantalla de cine en la que se proyectan películas mudas o diapositivas con figuras geométricas. Entona muy bien con el resto de la decoración el mural de trazos extravagantes pintado por uno de los visitantes. Con los destellos luminosos el cuadro hará diluir las fronteras que hay entre el piso y la pared. Los inodoros empapelados con los rostros de inmortales estrellas de Hollywood, Humphrey Bogart y Marilyn Monroe, acentúan el estilo estrambótico del lugar.


(El texto completo aparece en la Revista Magazine de La Prensa)

No hay comentarios: